Aún hoy mis ojos son capaces de sorprenderse al observar como un lienzo, tabla o simple papel en blanco cobran vida y se convierten en verdaderas muestras de color absolutamente asombrosas.
El gran Velázquez nos ha servido como pretexto para realizar este proyecto pictórico donde tomamos la figura de la menina, un personaje que merece ser considerado en si mismo como elemento plástico en el que desarrollar toda nuestra creatividad. Desde el toque más graffitero que prohíbe fumar, al más español con la bandera y el abanico, hasta llegar a la menina ecologista reutilizando materiales.